domingo, 21 de septiembre de 2014

DICC. 322: ACUCIAR

Acuciar: Impulsar a alguien a ejecutar una acción.

 
   1. A pesar de que mi experiencia con grupos en Enforex empieza a ser asaz dilatada, os puedo asegurar que nunca había vivido una aventura semejante a la acaecida con el grupo Master Studio durante las últimas cuatro semanas.
       Como nos enseñaron tantas veces mis admirados autores neoclásicos, cuando se toma cierta perspectiva, tras vivir nuevas experiencias, apaciguar los incendios y poner un mar de por medio, se tienden a infravalorar desventuras y desplantes, y la memoria, tan sabia como protectora, selecciona los mejores recuerdos para acariciarnos en jornadas de nostalgia.
       Por ello, desatendiendo tensión y aspectos negativos, deseo hacer un reconocimiento público a mis queridas dieciséis alumnas con las que tantas horas he pasado, tanta complicidad he tenido y tanto sentimiento he compartido en este último mes. En los momentos de agotamiento su acuciante deseo de ampliar horizontes de conocimiento fue mi estímulo; su sonrisa y cariño, el bidón de mis energías.
       Mis dilectas chicas, si me permitís que una vez más os "machaque" con el imperativo español, recibid con todo el cariño del mundo este consejo:
       No cambiéis nunca y no perdáis ese corazón de oro que os caracteriza, porque, las buenas personas -además de encontrarse dos veces en la vida- siempre acaban triunfando.
 
 
    2. Dos mil catorce era un año que se presentaba con apariencia de humildad, al carecer de elecciones generales, autonómicas y locales. Sin embargo, está resultando un año significativamente importante en el panorama político-social del país, que está cambiando de forma más que notoria habida cuenta de la aparición de un dizque partido con vocación de voto -PODEMOS-, la muerte de importantísimas figuras como Emilio Botín o Isidoro Álvarez, la abdicación de Juan Carlos I, la dimisión de Rubalcaba al frente del principal partido de la oposición tras el batacazo de las elecciones europeas, y la renuncia de Ana Botella a presentarse a la reelección como alcaldesa de Madrid.
        Así las cosas, a punto de entrar en el último cuarto de año, nos avistamos a enfrentar el principal escollo y la principal cita política de este 2014 con unos personajes muy diferentes a aquellos con que iniciábamos el año. La referida cita será este próximo 9 de noviembre, cuando, si nadie -léase Rajoy- lo impide, la parte nacionalista de Cataluña, acuciada por un Mas esquizofrénico que ha visto en la carta del nacionalismo su única posible salida airosa de la política, acabará por dar el golpe definitivo a la Constitución y a la Ley, y se sublevará contra España en un referéndum tan anticonstitucional como golpista.
          Y si esta cita catalana finalmente es tan clave como se antoja de antemano, mucho me temo que este año va a ser la oposición exacta al hidalgo del Lazarillo: al contrario que el toledano, 2014 se habría vestido de pobre para tener un peso y un poder imprevisibles.
 
 
 
 
 
 

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