Rubén Darío, aquel poeta que siempre vivió a caballo entre el continente viejo y el nuevo, nos espetó a los españoles que debíamos cuidar bien de aquellos lares. Y lo hizo con un verbo hoy también desgraciadamente desaparecido.
ULTRAJAR: Despreciar o tratar con desvío a alguien.
1. No quiero volver a ultrajar a nadie. Quiero ser buena persona.
2. No dejéis que la patria que os dimos / sufra ahora despótico ultraje (Rubén Darío).
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