1. Una admonición a tiempo evita malos entendidos. Por favor, si algo os molesta de mí en alguna ocasión, decídmelo en su momento. Os aseguro que os lo agradeceré en el alma.
2. ¡Ay, magistrado Castro! ¡Qué rápido ha sucumbido a la presión gubernamental! ¿Cómo me explica si no que la mujer de Diego Castro haya sido llamada a declarar y la augusta esposa del ex-jugador del talonmano no haya recibido admonición ni citación alguna? Qué fácil es ser valiente con los pobres, pero ¡cuán difícil es hallar una juez justo para los poderosos!
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