martes, 4 de junio de 2013

DICC.295: ALIENACIÓN

Alienación: Proceso mediante el cual el individuo o una colectividad transforman su conciencia hasta hacerla contradictoria con lo que se espera de su condición.


  1.  Hay políticas, instituciones, organizaciones, familias y un sinfín de coyunturas que lamentablemente producen alienación hasta anular por completo la personalidad de quien las padece. Así lo sufrieron, entre otras, esas hermosas criaturas que Federico García Lorca concibió en La casa de Bernarda Alba bajo el despótico mando de la protagonista que le da título. A ese asfixiante clima, carente de libertad y exento de autonomía, tan solo logró escapar Adela, encontrando en su atrevimiento la muerte. Sin embargo, aun desconociendo el final, las otras cuatro hermanas en ningún momento intentaron rebelarse ante la tiranía de su madre. Seguramente por medio, en efecto, pero creo que dicho análisis soslaya una realidad muy humana: si no aunaron fuerzas contra su madre fue, sobre todo, porque cuando el círculo vital es demasiado estrecho, solo se acaba por juzgar normal lo que hay dentro de él, siendo todo lo externo considerado carente de sentido o de razón.
        Mucho me temo que en determinados lugares esta situación lorquiana no es tan ajena o lejana temporalmente como pueda parecernos, y sinceramente, compadezco a sus protagonistas, pues no han tenido la oportunidad de aprender una de las enseñanzas más universales y sabias que nos legó nuestro más famoso caballero andante, aquella que sentencia que "la libertad es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre."


 2. Acabo de ver la puesta en escena en el Liceo de A quien celebre mi muerte, una obra que han representado los alumnos del Instituo Gonzalo Torrente Ballester de Santa Marta, galardonados con el premio a la mejor actuación en el festival de teatro infantil de Castilla y León. Vaya una sentida felicitación para ellos y, cómo no, para las directoras: mis admiradas Rosa Núñez-Hoyo y Paz Carrasco.
       Actuación al margen, la obra muestra el encuentro entre variopintos personajes que se encuentran nada más cruzar el confín que separa la vida de la muerte. Allí, a la manera de Esperando a Godot, mientras aguardan la llamada de San Pedro, van dando cuenta de la circunstancia de su muerte, así como de numerosas vicisitudes vitales que han atrevesado. La filosofía que puede extraerse de todos estos personajes que están de vuelta es que, como dejó dicho Charles Chaplin, "la vida es una obra de teatro que no permite ensayos...por eso; canta, ríe, baila, llora y vive cada momento de tu vida...antes de que la obra termine sin aplausos".
      ¡Qué razón tenía el bigotudo más famoso de la historia y cuán omiso caso le hacemos en numerosas ocasiones! Lo peor de todo en ciertas jornadas es esa ominosa sensación de que por más bien que te sepas la teoría, la puesta en práctica no está saliendo todo lo bien que debiera, pues una especie de alienación inconsciente, una suerte de autocensura incontrolable, te impide ser quien eres justo cuando más espontáneo quieres ser. En esas jornadas solo te queda el consuelo de pensar que si ha sido así, por algo será... Tal vez dentro de un tiempo todo se entienda.



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