Refitolero: Entrometido, curioso.
1. En escasas jornadas se cumplirá la más triste efeméride de la
historia española del siglo XXI con el simbólico décimo aniversario de ese
atentado causante de casi doscientos muertos y más de un millar de heridos y mutilados.
Alegóricamente, a la vista de lo ocurrido inmediatamente después, es fácil
señalar que, a su vez, dicho atentado significó la muerte de España como nación, ya que a resultas de él y como fruto
de la manipulación mediática de esas tristes jornadas, José Luis Rodríguez
Zapatero se erigió en vencedor de las elecciones; este aceptó la legalización
de ETA y pactó con nacionalistas catalanes en aras de gobernar, y a consecuencia
de todo ello -con la anuencia de Mariano Rajoy y el beneplácito de Juan Carlos
I-, los nacionalismos vasco y catalán han contado con una tierra fértil sobre
la que han abonado y extendido entre sus acólitos su odio a España y su saqueo
al resto de comunidades a cambio de una exigua prórroga de sedición, que en el
caso de Cataluña tiene ya incluso fecha el 9 de noviembre.

Ante este desolador panorama, me pongo en la piel de las
víctimas y me reconozco prácticamente incapaz de soportar tanta indignación
para con mis conciudadanos; me pongo en la piel del juez instructor del caso y
no entiendo cómo puede haber conciencias tan ingrávidas que consigan conciliar
el sueño; me pongo en la piel de los escasísimos periodistas que siguen en
búsqueda incesante de la verdad y siento un gran alivio pensando que, seremos
quijotes incomprendidos, pero que hay personas que con nuestro pequeño granito de
arena seguiremos reclamando la justicia, sin olvidar lo que, para algunos, es
inolvidable.
2. Baltasar Gracián es uno de esos narradores españoles del Siglo de Oro a los que la tradición y la comparación con contemporáneos como Góngora, Lope de Vega o Quevedo han relegado a un inmerecido segundo plano. Este maestro del conceptismo escribió una novela titulada El Criticón que, si bien puede ser un tanto densa de leer, es altamente recomendable, ya que de la mano de Andrenio descubrimos el mundo por primera vez, con una mirada desprovista de prejuicios, de la misma forma que hacemos con El maestro del Prado en materia pictórica. Allí leemos que "el no admirarse procede del saber en los menos, que en los más, del no advertir". Esta afirmación de hace cuatro siglos es perfectamente extrapolable al mundo actual, que, con sus prisas y sus rutinas, termina por alienarnos y por impedirnos ser refiloteros y parar a deleitarnos en la belleza de una plaza o en una sonrisa regalada.
¡No nos dejemos enajenar por la celeridad! ¡Descubramos, estudiemos, disfrutemos y compartamos curiosidad, que es, ni más ni menos, el mejor motor del aprendizaje!
¡No nos dejemos enajenar por la celeridad! ¡Descubramos, estudiemos, disfrutemos y compartamos curiosidad, que es, ni más ni menos, el mejor motor del aprendizaje!
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