miércoles, 3 de abril de 2013

DICC.283: VISCERAL

Visceral: Propio de una emoción muy intensa.

   
   1. A estas horas, queridos míos, este blog ya ha superado las 5.935 visitas. Se acerca, así pues, el momento que anunciaba hace unas semanas por Facebook y que aprovecho para develar aquí: al llegar a las 6.000 realizaré un sorteo de un producto cultural entre los seguidores que tenga en ese momento, así que estad pendientes, que avisaré el nombre del ganador por este medio.
      No es gran cosa, desde luego, pero no quiero desatender vuestra fidelidad ni en algún caso incluso la publicidad que habéis hecho de mi labor de "desenterrador" de palabras; es lo mínimo que puedo hacer, dado el visceral agradecimiento que siento por vuestro cariño. Solo espero que el ganador disfrute tanto del premio como yo lo hago de vuestro apoyo y amistad. No me canso de repetirlo: ¡gracias por todo!


    2. Me acabo de enterar de que la semana próxima será de esas sin tiempo prácticamente ni para comer: el domingo llega un grupo de cuarenta italianos a las 9:30 a Barajas y desde ese mismo momento estarán conmigo: primero en Madrid, donde les acercaré con cariño sus más bellos rincones, y toda la semana en Salamanca: con las veinte horas prescriptivas de clase, sumadas, en esta ocasión, al descubrimiento de la ciudad, la ruta literaria, el acompañamiento al Da2, la visita a la casa-museo de Unamuno y conferencia sobre don Miguel.
        Será, así pues, uno de esos grupos con los que compartes tanto que irremediablemente -o irremediablemente para mí al menos- los acabas haciendo tuyos, de tal forma que cuando se marchan te quedas con los bolsillos llenos de pena y el corazón henchido de nostalgia.
        Así me ocurrió especialmente con ese espectacular grupo Viaggio & Apprendo, de doce sicilianas, con las que compartí absolutamente todo en septiembre. Precisamente hoy, día 3, hace siete meses que llegaron a Enforex: venían a preparar el DELE y, a decir verdad, recuerdo que por aquellos momentos me daba bastante pereza prepararme ese nuevo manual cuando CORPES se hallaba en pleno apogeo; no obstante, el fin de semana previo acometí la batalla como estaba mandado y me levanté con ganas de ver lo que me encontraba ese 3 de septiembre. De camino a la academia la voz de un recién llegado Federico Jiménez Losantos me anunciaba adrenalina extra y, americana puesta, subía las escaleras exuberante de ganas y de fuerza a las 8:45 camino del aula 106. Enseguida Basi me anunciaba que ya estaban en clase y hacia allá me dirigí. Dicen que hay miradas y silencios que son mucho más elocuentes que las palabras y realmente así lo creo: desde el primer minuto entendí que entre aquellas doce chicas y yo había una complicidad suprema que se plasmaría en buenos momentos y un aprendizaje mutuo a ritmo de cariño. Así fue ya la primera semana; la segunda y la tercera no hicieron sino confirmar y decuplicar sentimientos con mi estreno en todas las actividades extraescolares. Tan visceral era el cariño que sentía hacia ellas que incluso -confieso por primera vez de forma pública- el día 21, ya sin su presencia y con un sentimiento ingente de vacío, sentí unos terribles deseos de dejar el trabajo. Menos mal que había un fin de semana por medio para volver a cargar pilas e ilusiones, aunque la dentellada la llevaba dentro. 
           
          Mis doce queridas: han pasado ya siete meses, pero os sigo teniendo muy presentes en todo momento. Vuestro fantástico póster cuelga frente por frente de mi escritorio y, como os escribí y os anuncié aquel 20 de septiembre, os tengo siempre sentadas en la mesa del cariño y del recuerdo.
           La semana próxima, experiencia similar, esta vez con italianos de Módena, aunque, afortunadamente para mi corazón, será solo una semana.



No hay comentarios:

Publicar un comentario