Agraz: Desagradable, molesto.
1. Aparecían anteayer en la portada de El País unas fotos de un joven Alberto Núñez Feijóo compartiendo embarcación con un narcotraficante. Como era de esperarse y, como ya sucediera en campañas de desprestigio al PP orquestadas por este mismo medio hace tiempo -recuérdense el caso Gürtel o el golpe mediático del 11 al 14M-, a los dos días, el titular es el siguiente: "Las fotos de Feijóo con un narco lastran su ascenso dentro del PP".
En este asunto hay dos cuestiones diferentes: por un lado, nada nuevo hay bajo el sol en el quehacer del grupo PRISA: tal vez la foto sea falsa, como ocurrió con el cuerpo del que se suponía que era el difunto Chávez; tal vez ni siquiera pertenezca a Feijóo y se haya introducido al político a través de métodos como Photoshop. En cualquier caso, la verdad resultante para este medio tan opuesto a la verdad es la siguiente: lanzan el globo un día y a los dos días manifiestan haber obtenido éxito en su intención, con lo cual contribuyen a la consecución de su objetivo y paralelamente autoalaban la fuerza de su medio.
Por otra parte, en cambio, y suponiendo que en este caso la foto sea verdad, cabe preguntarse qué delito hay en tener una foto con una persona que a la postre resultó narcotraficante, si desde la política no se ha cambiado ninguna ley ni se le ha favorecido en modo alguno -¿quién no tiene una foto con un ser despreciable?-. Si tenemos en cuenta que esta foto no salió en campaña, es fácil deducir que ha sido filtrada por medios de su mismo partido para intentar frenar el ascenso mediático de este líder regional, que amenaza con seguir la senda de Esperanza Aguirre, de José María Aznar, de María San Gil y tantos heroicos ejemplos que desde hace cinco años consideran poco edificantes en Génova 13. Siendo así, no es de extrañar que Alberto Núñez Feijóo resulte un agraz político para aduladores del régimen marianista como Soraya o Gallardón y que quieran quitarse del medio a su principal rival en la carrera sucesoria. ¡Qué pena das, PP!
2. Tanto tiempo después, hoy volveré a vivir un martes de Copa de Europa y partido en abierto desde Madrid, con el enfrentamiento de Cuartos de la Champions entre el Paris Saint Germain y el Fútbol Club Barcelona, que se disputará paralelamente al Bayern de Múnich-Juventus.
En el ya remotísimo mes de octubre aposté 3 euros a que el equipo bávaro ganaría la máxima competición internacional, cuando se pagaban 13 euros por unidad apostada. Hoy, después del 9-2 del sábado y de la solvencia que ha mostrado el equipo alemán en la competición, no debe pagarse a más de cinco euros la victoria final del equipo de Heynckes. Sin embargo, con la poca suerte que tengo en materia de apuestas, muy probablemente algo ocurrirá que me acabará fastidiando también este pronóstico.
Apuestas aparte, reconozco que me gustaría que ganara el Bayern después de haberse quedado con la miel en los labios el año pasado. Especialmente me haría ilusión que Heynckes se retirase con otro gran título como la Champions; un título que ya conquistó en el Real Madrid, donde obtuvo como premio el despido inmediato por parte del agraz ex-presidente blanco, Lorenzo Sanz. Jupp no dejará un recuerdo imborrable cuando termine la temporada y se despida de los banquillos, pero me parece un hombre encantador, un famoso humilde y sencillo, y un trabajador infatigable que se merecería acabar su carrera a lo grande. ¡Aupa, Bayern, por ti, Jupp, y -sí, lo reconozco- también por mi apuesta!
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