Departir: Hablar, conversar.
1. Madrid, la Comunidad Autónoma más liberal y próspera de España, el último baluarte del españolismo, está siendo arrasada por las huestes izquierdistas en las últimas semanas de una forma tan abyecta como injustificada.
En la Comunidad menos afectada por el paro -merced a las acertadas políticas económicas de Esperanza Aguirre y su sucesor Ignacio González-, el metro no solo está siendo parado, sino que se boicotea su funcionamiento accionando la alarma de seguridad, poniendo en grave riesgo la salud de numerosos viajeros; la policía municipal declara peligrosa la ciudad y anuncia que no podrá garantizar la seguridad de sus turistas, cuando esta la verdadera industria de España, y por si fuera poco, si alguien sufre un ataque de ansiedad por el boicot al Metro o un transeúnte padece un atraco por la incoparecencia policial, no podrá acudir a los servicios sanitarios, pues sus dizque trabajadores están perpetuando una huelga digna de despido. Esta última, sin desdeñar las otras dos, me parece la más grave o, al menos, la más manipulada.
Señores de la sanidad madrileña: ustedes adulteran la información manifestado que se va a privatizar la sanidad, cuando lo único que está en tela de juicio privatizar es la gestión de los hospitales; ustedes ponen en grave riesgo la salud de los madrileños para no perder sus privilegios de funcionario, no por el bien de la salud pública -de ser así no trabajarían por la tarde en la privada, ¿no creen?-, y ustedes, señores, no agradecen que la Comunidad de Madrid cuente con, probablemente, el mejor gobierno de cuantos hay en España, un gobierno que les ha ofrecido departir y proponer soluciones alternativas que comporten el mismo ahorro, al cual, por cierto, nos vemos abocados por las pésimas políticas de Zapatero y las no mucho mejores de Rajoy.
Ay, trabajadores de la sanidad pública madrileña, cuánto se les ve el plumero: su verdadera razón no es la defensa de la sanidad pública, sino la perpetuación de sus intereses económicos, sus días para asuntos propios y sus latisueldos como funcionarios; eso es lo que tienen miedo de perder y eso es lo que se merecen dejar de disfrutar por la manipulación mediática que están llevando a cabo.
2. Ayer volví a tener una prueba más de lo beneficioso que es departir acerca de los posibles problemas sociales que puedes tener con los amigos. Por desgraica, pero sobre todo por lo complicado que es el humano, las relaciones sociales se van deteriorando con el tiempo si en un determinado momento no se hace un balance de aspectos positivos y puntos débiles, y se analiza cómo mejorar estos últimos.
De verdad, queridos, os lo recomiendo encarecidamente: si tenéis algún problema con alguien que os importa, quedad con él cuando estéis tranquilos y habladlo con calma, respeto y franqueza, los tres ingredientes básicos de la gasolina de la amistad.
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