jueves, 7 de febrero de 2013

DICC.269: PERIMIDO

Perimido: Obsoleto.


  1.  Ayer, en medio de tanta felicitación exultante de cariño, recibí una inesperada pero ilusionantísima llamada de Salminter, una escuela de español para extranjeros en la que dejé mi currículum hace escasamente dos semanas. Me convocaban a una entrevista hoy a las 9:45 y, sobre todo -y así lo entendía desde el primer momento-, me daban el pretexto perfecto para volver a Enforex, que, como esa esperanza femenina a la que siempre aguardas, está en la vanguardia de mi corazón y de mis deseos.
       Ya hoy en la entrevista no me he hallado todo lo a gusto que pudiera esperar: la posición adjunta al entrevistador en lugar de estar frente a él, la interrupción telefónica que me ha hecho perder el hilo de la conversación, sus preguntas acerca de mi edad y mis respuestas sobre mi planteamiento pedagógico creo que le han podido dejar la sensación de que peco de usar métodos perimidos y de que soy demasiado inexperto, sobre todo en comparación con los muchos años que lleva en ejercicio la plantilla que compone la academia. La despedida ha sido cálida, pero he salido bastante desesperanzado.
       ¡No me podía quedar con esa sensación! ¡Había decidido ir a Enforex y tenía que ir! El miedo era la nota predominante mientras subía las escaleras, pero, por fin, llegaba a la escuela. Ni Chema ni Isabel se percataban de que abría la puerta hasta que les saludaba con tono alegre y jovial. De inmediato se levantaban y con gran entusiasmo -que juzgo no exento de cariño- se preocupaban por mí, por mis circunstancias y, en palabras de Chema, me manifestaban que me echaban de menos. ¡No sabéis cuánto yo a vosotros y vuestra escuela, queridos míos! Finalmente Isabel me preometió que tendría noticias suyas pronto y realmente así lo espero, porque, como venía pensando camino de casa, lo de Enforex y yo no es algo económico, no es algo laboral, no es algo pedagógico; es simplemente una cuestión de felicidad.

   
   2. De nuevo jueves hoy; de nuevo volveré a Komoteatro... y parece que fue anteayer. Hoy no tendré que representar la "casual" escena de Bodas de sangre, dado que el ensayo de hoy será sobre Yerma, que representaremos el próximo sábado en Arévalo, día en el que por primera vez apareceré sobre un escenario teatral en una representación, aunque mi papel sea más que secundario.
       Me acuerdo al hablaros de ello de algo que me marcó el otro día en la fiesta del grupo. Luis, uno de los adalides del cachondeo y de la juerga del grupo, me dijo en un determinado momento que, por mi manera de hablar y de vestir, parecía que tenía entre 33 y 34 años. Está bien que dicha predicción es fruto del estereotipo, pero os juro que cuando estoy en el grupo intento hacer uso de una lengua no excesivamente elaborada. Sin embargo, ¿me estará influyendo tanto este blog que he introducido en mi conciencia lingüística voces tan perimidas como inusuales? Sinceramente si es así, me alegro; después de todo, este blog tiene como objetivo la resurrección de léxico, así que si he de ponerme algún añito para conseguirlo, y lo logro de forma espontánea, bienvenido sea.


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