miércoles, 14 de noviembre de 2012

DICC.231: FUNGIR

Fungir: Desempeñar un empleo o cargo, a veces sin el nombramiento correspondiente.

  1. Tengo entendido que unos sindicatos que han aplicado una reforma laboral aprovechada por ellos para adelgazar sus plantillas han convocado hoy una huelga general contra dicha reforma. 
       Tengo entendido que estos sindicatos subvencionados y chupatintas, convocantes de una huelga general, han acudido esta mañana a la cafetería del Congreso a exigir que les sirvieran unas porras, instando así a trabajar los mismos que han convocado la huelga.
      Tengo entendido que Guillermo Toledo, uno de los adalides de estos sindicatos y de la izquierda en general, se ha quedado dormido a las 10.00 de la mañana en el interior del Teatro Español de Madrid.
      Tengo entendido que los que han convocado la huelga son quienes fungieron de ministrines en el desnortado, caótico y peor gobierno de la historia de España, liderado por José Luis Rodríguez, en el que se acometió el mayor recorte de prestaciones sociales de la democracia y en el que el paro batió tristes récords de crecimiento.
      En fin, Machado, que ya hace un siglo tenías razón: este es un país de charanga y pandereta, y si no fuera tan triste, sería verdaderamente cómico.



   2. Markel Susaeta, reconocido separatista vasco que, según ha confesado él mismo, solo querría jugar en una imaginaria selección de Euskal Herria, ha sido llamado por el seleccionador español Vicente del Bosque para el partido amistoso de esta noche que España disputa en Panamá. Cuando le preguntaron ayer al simpatizante etarra cómo llevaba su convocatoria, dijo que a pesar de todo había que defender la "cosa" refiriéndose a España.
      Mira, Markel, si de verdad te repugna España deja de servirte de su nombre y de su reputación de campeona del mundo; sé un hombre y actúa coherentemente negándote a ir. 
      Y, mira, Vicente del Bosque, sé que todos los amantes de fúbol tendemos a fungir imaginariamente de seleccionadores, aportando modificaciones a tus listas y criticando en cierta manera las tuyas. Eso puede ser discutible y seguramente tú, que no has hecho campeones de todo, tienes razón, pero lo que es imperdonable es que lleves a alguien que no siente la camiseta y que infama a la nación diciendo que está defendiendo una "cosa" en la cual no cree. Eso sí que no. ¿Tan difícil es encontrar en un país de 45 millones de habitantes a 20 tíos que defiendan España?

2 comentarios:

  1. Vamos a no estudiar por el estudio, vamos a no trabajar por el trabajo, ¿ no es abstruso?
    Estas manifestaciones son una vergüenza, primero porque las convocan ladrones que no representan realmente lo que el pueblo español necesita, con sus actos nos demuestran su hipocresía, ¿ cómo alguien que vive con todos los lujos y todas las comodidades, cuando se supone que un sindicato vela por los derechos de los trabajadores, que no se debería ganar dinero con ello, se atreve a intentar representar a España y quejarse por los recortes? ¡Que trabaje como todos y lo sienta! Muchas veces estos sindicatos se dedican a fastidiar a los empresarios, asesorando a los trabajadores cómo pueden fastidiar a sus jefes. Cierto es que hay empresas que explotan a sus trabajadores, ¿pero qué mal ha hecho al mundo un emprendedor que ha arriesgado sus ahorros, que con esfuerzo y tesón ha montado una empresa y da trabajo a otros? ¿ Por qué ese odio, si trata bien a sus trabajadores?
    Otra cosa que detesto de las manifestaciones es que con la excusa de expresar nuestro enfado, se apuntan grupos que empiezan a gritar improperios, a decir cosas que no tienen nada que ver con la manifestación, en un principio, y la convierten en algo deforme. Tenemos banderas de la CNT, del Partido Comunista, bandera republicana, gritar cosas como “ Fuera el papa” ,“ Abajo la Iglesia”, etc. , C.C.O.O. , U.G.T., Juventudes Socialistas, comunistas, colectivos que defienden la educación pública, y cómo no, nuestros queridos perroflautas, con su actitud característica. Yo no quiero ir a una manifestación y que se me identifique con estos colectivos, tan ajenos a mí.
    Otra cosa preocupante es aprovechar la situación para la violencia, quemar contenedores ( ¿ con qué dinero se comprarán nuevos? Y luego nos quejamos de los recortes.) , impedir a otros que trabajen o estudien, la agresión a la policía, colocar pegatinitas por doquier, etc.
    Los perroflautas gritan que vivimos en una dictadura, que quieren libertad. Pero ellos quieren imponer su propia dictadura, coartando la libertad de aquellos que quieren trabajar o estudiar. ¿ Libertad para quién? Evidentemente, no para todos, para los “fachas” no hay libertad, ni siquiera de expresión.
    No niego que habrá policías a los que se les vaya la mano, pero se ha encontrado explosivos y armas, ¿ para agredir a quién? Evidentemente, la policía vela por el orden, y si su integridad física se ve amenazada, tendrán que defenderse, si no, no podrían cumplir con su deber y la situación se desbordaría.
    Resulta divertido ver cómo los que quieren huelga, a la vez quieren su cafecito, ¿ en qué quedamos, huelga o no huelga?
    ¿ Qué derecho hay a destrozar escaparates, cerraduras y colocar estúpidas pegatinas? ¿ Por qué esas personas que han sacado adelante un negocio tienen que perder dinero? Hay que profundizar en el odio escasamente infundado a los empresarios, que ya no estamos en el siglo XIX, que hay buenos y malos, pero en concreto, por qué este empeño en fastidiar a los pequeños empresarios?
    Y qué decir de esas imágenes de los piquetes pegando pegatinas en la luna del autobús, reduciendo el campo de visión del conductor. ¿ Acaso quieren provocar un accidente? ¿ Les importaría, o creerían que lo han hecho por una buena causa?

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  2. He aquí un buen ejemplo televisivo de lo que describes, mi queridda Claudia:

    http://videos.libertaddigital.tv/2012-11-14/7-minutos-de-insultos-y-ataques-a-una-comerciante-IT2QJtkWIvw.html

    El esperpento es sumo: los trabajadores tenemos que pagar: a los policías para que, por orden del acomplejado ministro de interior, no puedan hacer nada; a los sindicatos, para que, con sus millonarias subvenciones, coarten la libertad de quien quiere trabajar, y a la pobre mujer, cuando se quede en paro fruto de la delictiva acción de estos matones que la obligan a cerrar... ¡Qué asco!

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