lunes, 19 de noviembre de 2012

DICC.234: FILÁTICO

Filático: Que emplea palabras raras y rebuscadas para exhibir erudición.

  1. Acudo casi diariamente a las estadísticas del blog y hoy he comprobado con fruición cómo en las últimas veinticuatro horas he recibido hasta veinticinco visitas desde Alemania, sumándose ya más de dos centenares desde el país germano. 
      Este guarismo me hace creer que, en efecto, mi labor filológica tiene un seguimiento y un sentido, más allá de las opiniones aquí vertidas. 
       Algunos de mis detractores piensan que este no es más que un blog para denigrar públicamente la ideología progre; otros piensan que son deseos filáticos los únicos que lo guían. Como sabéis, su opinión me importa más o menos lo mismo que la verdad a Rubalcaba, pero, mis queridos detractores, como demuestran las estadísticas y las más de 3330 visitas recibidas, este blog tiene un seguimiento, y con una persona a la que ayude ya me doy por satisfecho.
       Por cierto, amigos alemanes, la palabra que más me gusta del español es una no "desenterrada" por común, pero que no quiero desatender por bonita: ¡Gracias!


  2.  El periodismo es una profesión hoy en día casi desaparecida en esta querida tierra mía. Sí, sí, es verdad que hay muchas cadenas de televisión; es cierto también que existen numerosas cadenas de radio; no es falso que se publican diariamente cuantiosos periódicos tanto nacionales como regionales o locales, pero el periodismo, con la vocación de buscar la verdad con que nació, apenas existe ya en nuestro país, salvo honrosas excepciones que bien ejemplifican Libertad Digital o Es.Radio.
       Y si el periodismo ha dejado de existir como oficio, habida cuenta de las subvenciones de los partidos políticos, que compran mediante ellos la opinión de sus electores, también ha dejado de comparecer como escuela lingüística. Hoy en día no es raro ver faltas de ortografía incluso en un titular y, por supuesto, de las faltas de estilo ya mejor ni hablamos... Otros dizque periodistas, en cambio, dan en creerse estilosos escritores y se recrean en sus entrevistas con preguntas tan filáticas como ridículas.
      En fin, son tiempos de añoranza de la época en que Azorín era maestro de estilo del periodismo. Requiescat in pace por esta profesión -"descanse en paz", para las víctimas de la LOGSE-

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