miércoles, 9 de enero de 2013

DICC.254: ABOLIR

Abolir: Derogar, dejar sin vigencia una ley, precepto, costumbre, etc.


   1. El nuevo añom a nivel laboral empieza con idéntica apariencia y costumbres al final del año recién acabado. 
      Ayer nos enviaron las nuevas normas de trabajo de CORPES y, entre unas cosas y otras, primero que se celebre la reunión y arranquemos con la parte del proyecto concerniente a 2013 estaremos ya a mediados de mes, con lo cual daremos inicio con aproximadamente quince días de retraso.
       Sinceramente, creo que no era demasiado difícil haber logrado una mejor planificación con un mayor trabajo por parte de los mandamases los últimos días del 2012 para intentar empezar con menor demora, pero, en fin, hay costumbres hispanas, tan anejas a nuestras instituciones, que por inveteradas, parecen imposibles de abolir. No obstante, mientras me quede fuerza y la última gota de energía yo seguiré reclamando que mejoren, pues en cualquier ámbito la crítica constructiva la entiendo como el mejor motor del avance.


   2. Ayer, tres semanas después, volví a los ensayos de teatro de La cabeza del dragón, y de verdad que hacía mucho tiempo que no me sentía tan ridículo como cuando hube de bailar junto a Carmen haciendo de guardia civil. A pesar de las ayudas recibidas, del apoyo incondicional y de la confianza que todos depositaron en mí, me quedé con la terrible sensación de que será muy difícil abolir mi descoordinación corporal.
        El sentimiento de abatimiento y de derrota era absoluto cuando bajé del escenario. No quería quedarme con esa impresión, así que, a pesar de las dudas iniciales, acabé aceptando la invitación de Emilio y la incitación de Rosa a ir con ellos a tomar una cerveza, y fue la mejor decisión. Una vez allí, tuve una interesantísima conversación con la propia Rosa, con el siempre racional José Antonio y con la perennemente cariñosa Genoveva, donde salió a relucir un tema que realmente me preocupa: el apocamiento de los jóvenes, que solemos pecar profundamente de no luchar por nuestros sueños. 
        En definitiva, amigos, la conclusión que saqué de la tarde de ayer fue que cuando algo no sale como desearíamos, cuando nos sentimos decepcionados, no podemos darle más vueltas de las necesarias; lo que hemos de hacer es cambiar de actividad de inmediato para, de esa forma, subir la autoestima, la cual, no olvidéis, es la mejor garantía para luchar por nuestros sueños y... sí, aunque desgraciadamente nos cueste creerlo, también para conseguirlos. 

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