lunes, 28 de enero de 2013

DICC.263: OBNUBILAR

Obnubilar: Embelesar.


  1.  Os soy plenamente sincero si manifiesto que todos los deportes, a excepción del fútbol y del ciclismo, me traen bastante sin cuidado. Ni siquiera estoy plenamente convencido de que el éxito de los deportistas españoles sea beneficioso para el país en tanto en cuanto ayudan a enmascarar los verdaderos problemas políticos o sociales en muchas ocasiones.
        Sin embargo, de acuerdo a todas las opiniones que he oído, quiero hoy reconocer públicamente al equipo español de balonmano tanto por la consecución de su segundo título mundial como por la forma de ser de sus integrantes. 
        Casi todos los periodistas deportivos, así como admiradores del balonmano como mi querida Alexandra, estaban ayer plenamente obnubilados tanto por el juego desplegado en la final como por la humildad y humanidad de los jugadores. Sin embargo, debo decir que esa foto del seleccionardor con Urdangarín no creo que sea conveniente para la reputación del equipo nacional. No obstante, ¡enhorabuena a todos los aficionados al balonmano!


  2.  No recuerdo si os confesé en alguna entrada que ayer, día 27 de enero de 2013, tenía una cita junto al Puente Romano de Salamanca para obnubilarme en buena compañía con esa belleza incomparable que es la luna llena reflejada sobre el río Tormes. No pretendo aburriros ni reabrir el tema, tan solo os resumo con decepción que finalmente dicha cita no se llevó a cabo. 
       Por ello, con dolor, escepticismo y esa cierta intriga del 'qué hubiera pasado' que suele quedar cuando la boca se te vacía de sueños, escribí un pequeño relato en nombre de nuestro satélite que aquí comparto con vosotros:

        "Me han cantado que soy un globo que escapó de unas manos infantiles; cierto poeta peruano poetizó que era blanca piedra que volé de un puntapié; he sido carne de escarnio de futuristas y, según tengo entendido, aún soy sueño de románticos.
        Tantos apelativos, sueños, dardos y confidencias he recibido a lo largo de mi existencia que si un día me diera por confesar sería también llamada lecho de futuros, desvelo de conciencias, purgatorio de promesas y cementerio de sueños.
        Atentamente,
        Selene."

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