Inconcuso: Firme, sin duda ni contradicción.
1. Cada vez me convenzo más de que la casualidad no existe y... no, no, en este caso no son los padres. Podéis llamarle como queráis, pero sin ánimo de parecerme al protagonista de Una mente maravillosa, aumenta la frecuencia con la que veo símbolos cuya interpretación, eso sí, a menudo me es abstrusa.
Una de esas dizque casualidades últimas -esta bastante elocuente- ha sido la inconcusa abdicación de la reina Beatriz de Holanda en favor de su hijo, el Príncipe Guillermo: la actual ocupante del trono tiene 75 años; el príncipe heredero, 45, es decir, exactamente igual que el senecto y perlático Juan Carlos y el aseado Príncipe Felipe.
Podría hablaros de más "casualidades" que demostrarían mi postulado de que, llámese destino, llámese Dios, llámese predestinación, nuestro futuro parece estar escrito en líneas casi siempre inaccesibles y que solo consumadas se entienden, pero, después de otra noche casi insomne y demasiadas jornadas negras en este annus horribilis, prefiero renunciar hoy a mi habitual verbosidad.
2. Sentenciaba casi poéticamente Fernando Pessoa que si escribía lo que sentía era para disminuir la fiebre del sentir. Sinceramente, disiento con el autor portugués: cuando las verdades, las decepciones o los dolores aún se notan quemando tu interior eso no es posible, ni mucho menos recomendable. La única defensa que cabe en esas ocasiones es intentar apagar el fuego, no quemarte más dando rienda suelta a la imaginación.
Inconcusamente, queridos, y aunque duelan las entrañas al alejarte de los sueños, a poco sentimentales que seamos, no nos queda otra: kilómetros y distancia de por medio son los únicos antídotos para el ardor de corazón y de sentimientos, para el vacío de ilusiones perdidas y para los sueños rotos.
¿"Annus horribilis"? Si estamos solo a 29 de enero...
ResponderEliminarSi yo te contara, querido Aeonfloox... Desgraciadamente este enero ha tenido ya más desgracias en mi vida que todo 2012, pero siempre una mirada positiva: ¡desde hoy todo irá mejor! Mucha suerte también para ti.
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